Primo Levi (http://es.wikipedia.org/wiki/Primo_Levi) según he leído en un libro que estoy “leyendo” y que recomiendo con intensidad y fervor “Decidme como es un árbol” (Autobiografía de otro preso político - Marcos Ana), decía algo así:
“Dejé de creer en dios cuando ingresé al campo de concentración de Auschwitz, es imposible que coexistan ambas realidades, “un dios” y este campo de concentración”
Es verdad que a algunos no nos hace falta pasar por Auschwitz, para ser descreídos en ese sentido, pero justo a la mañana siguiente de leer esa referencia en ese libro, me desayuno con Rajoy contando sus nuevas “chapús”…
Y me viene a la cabeza eso que decía Marcos Ana que decía Primo Levi y me pregunto, ¿pueden coexistir la democracia y este tipo de realidades?
La respuesta es que al final, por imperativo socio-laboral-sentimental, no me queda otra que rezar…
