martes, 20 de septiembre de 2016

Salvo que la muerte nos juntase...

Y le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete y  le guiñaba un ojo cómplice cuando le devolvía el mismo cambio cada día y él lanzaba un beso sordo con sabor a bollo dulce y ella levantaba la mano en un suspiro dibujando un croissant en el aire con polvo de harina y azúcar efímeras y estelares.
Y ella volvería a estremecerse desde la entrepierna a las pestañas al volver a su obrador y él sentiría termitas de tripas a pies al cortar el pan que había en aquel paquete.
Y nunca más compartirían mesa ni obrador, ni para comer, ni para comerse, salvo que los juntase, la muerte…

lunes, 19 de septiembre de 2016

Lápiz vacío...

Resultado de imagen de pizarra de mano
El lápiz con el que ella, cada mañana, se lo dibujaba, ya no tenía grafito, ni madera, ni nombre siquiera…
Su mano, o la sombra de ella, o su recuerdo, caía sobre ninguna sábana de hospital en blanco roto y en ninguna mañana caótica de cualquier día de la semana menos aquel en el que ella coloreaba su vida entera con un número entre el 5 y el 10…estoy bien…buena noche, significaba…
La bicha no le quitó las ansias por tranquilizarle…
La ceguera sorda y muda dio paso a un colchón atiescaras y lejía, en la pizarra ya no había un número, sólo seis palabras, muchas gracias mi amor, te quiero…

lunes, 12 de septiembre de 2016

Ahora sí...


El masajista no tardó en reconocer aquel lunar bajo la nuca, una vez terminó de bañarla en aceite de rosas.

Le resultaría difícil hacer su trabajo “completo” dadas las circunstancias desveladas por ese famoso y singular Nevus Melanocítico…pero tampoco podía desaprovechar la oportunidad.
La oscuridad, el incienso, su cambio de aspecto, el tiempo, la excitación, el alcohol, el cannabis y el ron harían imposible reconocerlo.
20 años son mucho tiempo pero no es nada para una obsesión, desaparecer por amor secreto a tu madrastra y poder poseerla por dinero…
Ya sólo queda de ella su ausencia su dinero y una nota, “ahora sí, tu padre ha muerto…”