miércoles, 28 de diciembre de 2016

La presbicia me está matando

Desde una viga del techo, la imagen era dantesca y absurda, casi cómica, pensaba él, como en una película antigua pixelada por las aspas del ventilador de techo, un calor ambiental de justicia y un gélido aliento apenas exhalado por su garganta menguante. Calambres en las piernas, chispazo de luces en la mirada, rigidez de cuello y descomposición de vientre, no hay duda, la presbicia me está matando…
En una de sus manos, el papel de un polvorón con diminuta fecha de caducidad, de hace dos años…

martes, 13 de diciembre de 2016

Ni contigo ni sin mi...

Te quiere, mamá, fíjate cuanto que ha salido en la tele diciendo que no puede vivir sin ti, yo no lo he visto porque los abuelos no me dejan, pero las otras madres en la puerta del colegio lo comentan. “Ni sin ella ni con ella” dicen, eso último no lo entiendo.
Creo que aquel día tuvo un problema en el trabajo y fue a tomar algo con los amigos para animarse. Cuando llegó a casa tenía hambre y no había nada de cena, claro, se enfadó…
Seguro que lo primero que hace cuando vuelva de viaje es venir a verte al hospital…

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Manto y lona…


El otro, hombre o mujer, siempre muerto yacería a su lado, sobre la arena arcillosa y bajo el vaho humectante. La sensación siempre la misma y nunca exactamente igual, cada vez más difícil esto de encargos a ciegas. La muerte sube su precio pero baja el de su propia vida, es lo que tiene el cuerpo a cuerpo. Pronto la suerte será otra y otro su manto y otra su lona…mejor no saber de sus víctimas ni el nombre ni el motivo, la conciencia no duerme con dudas pero tampoco juzga sin pruebas…

lunes, 5 de diciembre de 2016

Cuerpo, excusa, lienzo...







De un certero bocado, le arrebató el pincel y tomó con su mano las pinturas mientras con la otra le señalaba la camilla próxima para que se tumbase en ella.
Llevaba tiempo pasando por la puerta de este salón de belleza. “Especialistas en Body Painting” rezaba el cartel.
Ella quería especializarse en el “painter” de los Bodys y no se le ocurría mejor forma que desnudarse delante de él, entregarse y forzarlo hasta el extremo más soñado…cual pincel que arrebata de la boca la certeza del deseo frustrado.