martes, 17 de noviembre de 2015

50 Boulevard Voltaire, 75011 Paris, Francia

Como Bataclan no me venía nada en el diccionario de las entrañas.

Ahora sí, me vienen cientos de significados y miles de sombras, todas oliendo a miedo e indefensión.

Me gusta aprender palabras, me gusta usarlas y aplicarlas correctamente, pero a veces, no las encuentro y a veces, ni lo intento.

Si busco angustia, me viene la fecha del viernes 13 de noviembre París dando un salto a la confusión, me devuelve a la letra b de barbarie, me imagino a la gente disfrutando de un rato de vida, viviendo en libertad y a los suyos, conscientes o no, esperándolos o no, y recordándolos en el dolor…nosotros, mientras disfrutábamos en Al Andalus del 6º cumpleaños de mi hijo mayor, a ver si nos dejan hacerlo con el 7º…

Me pongo en los pies, descalzos de los musulmanes buenos, cientos, miles, honestos, corriendo por los pasillos del miedo, un miedo diferente, pero miedo…

Miro las manos de los seres queridos, viudas y viudas de aliento seco, de pecho yermo, de sangre roja y negra y pienso…en realidad miro, siento pero no pienso.

Y busco palabras, busco odio y la encuentro, busco frío y encuentro hielo, busco político y me falta lo que espero, discursos que hablen de personas, de hijos de puta que matan, de amenazas incontrolables, de defensa real y de ataque, no todos, sobre todo los nuestros…

Busco terrorista pero encuentro desgraciado, busco racismo y después de esto, no veo otra cosa, no lo entiendo, busco valentía y la leo, busco información y nada me creo, busco pasión y te encuentro, busco amor, admiración, injusticia, solidaridad, tragedia, felicidad, busco momento, risas, llantos, locura, pasión, deseo, busco acción y me mareo, busco pies que se arrastran, velas que se enciende, aviones que despegan, aviones que disparan, más gente que muere, busco oscuridad, lluvia, calor, hambre, fiebre, sed, desierto y en todas la misma acepción, aquella sala Bataclan de París, aquel cementerio de conciertos...

Por curiosidad busco la fe, y reacciono, mejor no la busco, no sea que me confunda si la encuentro…

Como decía Viktor Frankl: