sábado, 23 de octubre de 2010

Mejor en prosa


hace tiempo que me siento poco cómodo escribiendo poemas
me atrae mucho más escribir líneas que el azar decida cuando acabarlas, que no sea responsabilidad mía este tema
no quiero tener que tomar esa decisión ni condenar al ostracismo a una sola palabra más
me gustan casi todas, hasta las feas, estoy hablando de las palabras…hasta “chorraera”

me seduce más el sonido sordo de oraciones desiderativas con exclamación simple
que tomar la decisión de transformar en bello lo simple
y en complicado lo sencillo, estoy aburrido de eso
me quiero condenar al “prosaiscrismo” si es que eso existe
prefiero decir que hace buen día a que el sol nos devuelve las ganas de vivir con su dulce y cálido masaje
me resulta más agradable decir que estoy contento a esbozar una serie de cánticos en clave de soneto que juntos signifiquen que mi felicidad está pastando en los campos verdes de tu cuerpo
creo que es más justo decir un te quiero simple, a dibujar un “te amo” con palabras policordes
me quedo con la prosa simple en lugar del verso complicado
pero…
no me gusta que todo el mundo me entienda con facilidad, eso me hace sentir muy torpe, porque llevo ya casi cuatro décadas intentando hacerlo conmigo mismo sin conseguirlo… 

viernes, 22 de octubre de 2010

A la amiga Mastretta

Te oí llegar entre el crepitar armónico de las baldas de nuestro nuevo suelo antiguo…
El viril metal de tu llave fría, penetraba la cerradura horadando microtelarañas y diminutos cuerpos extraños…
Entre sueños, ausente de mi y abandonada al dispendioso goce de dormir, creí pensar mientras controlaba mi ausencia de vigilia con el afán de elegir mi propio rumbo…
Sospeché que entrarías sigiloso en la cama y me arrancarías de los brazos de morfeo para estrecharme en los tuyos…
Aluciné que silencioso pero firme, me arrancarías de mis dulces sueños, para regalarme mejores realidades…
Deseé que cadencioso pero estricto, me arrancases cada uno de los botones y cierres de mi ropa, esa que te impide acceder a mi cuerpo para tomarlo…
Te imaginé, sutil y entregado, arrancándome temblores de rubor y escalofríos de pasión contenida y ajena, mientras no dejabas de perdonar ni una esquina ni rincón de mi cuerpo sin besar…

Pero tuve la certeza, bestia inmunda, de que una vez más venías amargado o tomado dispuesto a arrancarme la vida, como cada noche y cada día…
Termina ya, hazlo del todo, pero querido arrogante caballero, ejemplar hombre, mejor marido, , ciudadano modelo, impostor sorprendido, hagamos un trato, seas por una vez mi amigo, arráncame la vida por última vez, como si fuese la primera, sí, pero esta vez empieza contigO

martes, 19 de octubre de 2010

A Mario B.

Déjame que te cuente querido Mario:
Me dice mengana, “insolente” y yo lo acepto, siempre confío en su acierto y sólo así no cometo fallos.
Que si orgulloso, soberbio o desvergonzado, aquí te escribo, en prosa repleta de versos, la luna, la noche, la poca luz, con voz tenue, los ojos salpican sueño y pican de insomnio.

Insolente, me dijo mengana mía, compañera de ínfulas y destellos de versos susurrados, sufridora y dulce, tenaz y serena, insolente me dijo o me llamo, no lo sé Mario, pero confío también en ti, en lo que decías sobre tu táctica y tu estrategia, nunca hubo mejor papel pintado que tus poemas en las paredes de un cuarto…

Raro, desusado, y extraño, quiero decirte algo Mario, mengano dulce, osado eterno, insolente este mengano que te escribe en prosa, porque vos, sos la poesía… 

sábado, 16 de octubre de 2010

10 del 10 del 10 del 9 (Si lo sé vengo antes)

Ahora caigo en tres cosas, la primera es que hoy es de esos días con fechas curiosas (data del 10 de octubre de 2010), en realidad eso no me parece demasiado “especial”, lo segundo es que he caído en la cuenta de que no he dado ningún tipo de explicación de lo que hacen aquí esta ristra de Palabras Soltadas, lo tercero y más importante es que hace ya 9 años que llegué a esta MI ciudad. Que no es Málaga que eres tú…

Todavía con pesetas en los bolsillos y las maletas cansadas de viajar, abnegadas casi a su suerte y renegando de su propia función errante, ellas y yo quiero decir.


El caso es que después de estos años, han pasado muchas cosas y he escrito algunas de ellas, sirva este blog por lo tanto, para ir almacenándolas física y lógicamente con carácter retroactivo y con mi disimulado desorden de costumbre.

Lo que aquí o en cualquier otro sitio, yo escriba, tiene irremediablemente sabores acumulados de otros sitios, desde el cocido madrileño, con sus tres platos, sopa, garbanzos y carne, pasando por los zarajos más que por el ajo arriero, por el arroz al horno más que por la paella, por un buen “Varguitas” más que por los flamenquines, empezando todo en aquellos chipirones plancha del Jaylu, hasta llegar a los espetitos de ahora, todo ha contado y todo ha sido no ya necesario, indispensable me atrevo a decir. De lo más amargo a lo más dulce…


Como digo, todo tiene sabor a muchas cosas, pero principalmente y prioritariamente, todo lo que aquí o en cualquier otro sitio yo escriba, tiene sabor a ti…

ITAROBAS me está mirando desde el espejo
SITAROBA cada soplo de aire él me lo roba
SAITAROB cuando desaparece viene su olor
SABITARO más veces bebo más sed me hago
SABOITAR cuando escucha su nombre rompe a sudar
SABORITA a la luz de una vela, la luz me quita
SABORAIT vibra, tiembla, resuena luego palpita
SABORATI es tu esencia cariño, agua bendita.
SABOR A TI...


miércoles, 13 de octubre de 2010

Celotipia





de aquel lugar oscuro
donde guardabas nuestros cuerpos
vinieron vientos celestes
cataclismos siderales

locuras astronómicas
húmedos lamentos
…y…
gemidos cósmicos
terrenales dudas de esquinas romas
cánticos de sirenas mudas
y culebras venenosas
muchas serpientes y arpías
aquella noche clara
se oscurecieron mis días
sálvame mente perversa
quitame esta angustia
arráncame esta amarga
densa y absurda
celosíA

miércoles, 6 de octubre de 2010

Capítulo I. El tiempo pasaba por que no podía estarse quieto




Librería, decía un rótulo pintado a brocha con pintura blanca y letra de imprenta sobre un panel de color verde encima del tercio de fachada que ocupaba la puerta, una cancela de rejilla hexagonal de un color gris que a medida que se acercaba a los vértices iba oscureciendo este tono hasta ponerse casi negro, el tiempo o la humedad o ambos parecen tener la culpa, permitía leer un lema en la parte de la tienda que podría ser el escaparate y que ocupaba los otros dos tercios de la fachada, “Libros pintados y de escritores inéditos”, palabras dispuestas en forma oblicua si tenemos en cuenta que no eran ni horizontales ni verticales al plano y con tipo de letra redondilla, conclusión esta a la que se llega después de constatar el trazo recto de las líneas con la parte central de las curvas más gruesas de lo normal. Curioso lema para un establecimiento al que todavía no hemos puesto nombre, ya que este, suele aparecer siempre tras la persiana de latón que lapida la entrada, costumbre esta muy de la zona, atendiendo a una leyenda popular, que daba nacimiento en este barrio a un niño que por cuestiones obstétricas subdesarrolló hasta tal punto sus falanges que era capaz de introducirlas en cualquier cerradura y abrir cualquier puerta, no hablaba en tal caso la leyenda del subdesarrollo moral paralelo de sus progenitores, ni tampoco hoy habla nadie de la más que probable muerte del legendario y valga la redundancia Cerrojos. 


En la misma plaza, sigamos con la descripción del escenario, ningún otro establecimiento, ni tienda, ni quiosco, tan solo partes de atrás de antiguas casas bajas, ni una sola puerta trasera, ni tan siquiera de la iglesia, que también le da la espalda a la plaza desde su parte más baja hasta lo más alto del campanario, ninguna calzada al uso permite acceder en coche a este recinto, sólo dos estrechos callejones de no más de un metro de ancho cada uno, estos callejones, que también podríamos llamar pasadizos, se enfrentan en los vértices opuestos del sitio que digamos tienen como forma poligonal más parecida el cuadrado. A estas horas, vayamos terminando con los detalles que menos interesan, en las que el sol todavía no ha concedido ni un rayo de esperanza, el único rastro de vida y leve movimiento que puede llegar a las retinas del espectador, ya sea viandante perdido, paseante madrugador o narrador que pretende describir un rincón imaginario, existente solo en su cabeza, es el mecer de las ramas de dos árboles tremendamente cansados, que van depositando como meconio otoñal, las primeras hojas de la mañana en el helado pavimento agrietado, por el poco uso y los contrastes de las temperaturas. Cabe destacar, casi por último, que ni el viandante perdido, ni el paseante madrugador ni el vespertino, ni por supuesto este narrador, habían visto antes una plaza tan extraña, dos callejones, una librería, ni un solo banco donde sentarse y ni una puerta que se asome a ella, excepción hecha de la que se esconde tras las persianas de la librería, lejos del alcance del Cerrojos. 



Los árboles siguen tejiendo su particular alfombra ocre con las unidades de sus más pequeñas extremidades que van muriendo, digamos así esta vez las hojas que caen, deseosos de que alguien la deshaga y del mismo modo, cuando las campanas parecen haberse resignado a no ser escuchadas desde este punto anestesiado de la ciudad y como un niño enfadado o una mujer u hombre despechados, tañen con furia hacia todos los puntos de la localidad, siendo escuchados aquí, con escasa o nula resonancia, como si dentro de un pozo ciego estuviesen o estuviésemos los que aquí estamos, aunque en verdad ahí no estemos. 



Pudiera ser que las campanas, hayan sonado nueve veces, pero no podemos realmente asegurarlo por eso que contábamos antes del pozo ciego, lo que quizá nos aventuraremos a suponer en incluso nos atreveremos a decir es que por ser día de trabajo este que hemos elegido para contar aquello y si mezclamos este dato con que ya es de día, podemos concluir diciendo que demasiado tarde sería en esta época para que hubiesen sonado ocho veces los gigantescos cencerros de la iglesia y más que pronto para que lo hayan hecho diez, habida cuenta que permanece en su estado original la persiana de latón, que si recordamos nos impide ver el más que seguro triste nombre de la librería con aquel curioso lema, por otro lado aunque aún no lo sepamos, cuando conozcamos al dueño o propietario y a la vez dependiente del establecimiento, sabremos que no es normal ni admisible a su carácter y formas de vida, que habiendo marcado el reloj de la iglesia, que por supuesto no da a este lado, las diez de la mañana, sería imposible e incluso intolerable que aún no estuviese abierta la puerta, que en realidad y volvemos a recordarlo, es la única de esta plaza. 



Como nada forzado ejercicio de empatía, el narrador agradecería también, igual que el lector, la aparición de al menos un carnívoro en esta escena, a poder ser bípedo, de no ser así quizá sirviese un simple pajarillo que hambriento se dejase llevar por estos lares en busca y captura de algún insecto o pequeño reptil que pese a no verse, con total seguridad debe habitar entorno a este desolador paisaje, con este acontecimiento y su consiguiente descripción, ganaríamos líneas, tiempo queremos decir, para empezar a relatar lo que verdaderamente intentamos contar desde el momento que se abra o quizá un poco antes, esa librería con ese lema tan peculiar “Libros pintados y de escritores inéditos”.

martes, 5 de octubre de 2010

Humedad que en noches serenas se nota en la atmósfera

ciertamente me acojo a tus destellos
como corazón sintiente y caminante
no sugieras ya más velas que me aguanten
que esta noche dormiré asido a tus cabellos

imagínate vivir junto a mi cuello
soñolienta luna gris cuarto menguante
andrajosa decepción, mendigo errante
a tus manos, a tus  pies,  siervo y plebeyo

paso firme “desde el dicho voy al hecho”
nunca más un yo mismo diferente
toca dulce con tu piel mi sol, tu cielo

loca suerte de desnudos relucientes
frío, lluvia viento fuego nieve y miedo
aventura es protegerte,
con mi cuerpo sobre el tuyo
del reflectante relentE

sábado, 2 de octubre de 2010

Glóbulo de aire u otro gas que se forma en el interior de algún líquido y sale a la superficie

desde las dunas de cristal
a las curvas de marfil
desde las olas de espuma y sal
a los gritos de un delfín

dulces saladas agrias y olorosas
perdidas a su fortuna
alegres, redondas, inolvidables y chisposas
con la forma de una luna

inasibles golosinas elemento de aire y agua
ilusión, cuanto más pasan
contra las paredes se chocan y entre ellas se estrujan
solas o en perfecta fila, las juguetonas burbujaS