martes, 18 de agosto de 2015

Estupidez, inmundicia y falta de equilibrio

“En lo que va de año al menos ocho menores —oficialmente la mayoría de los casos están en fase de investigación— han sido asesinados a manos de sus padres, lo que hace pensar que los crímenes de género tienen en la venganza sobre los hijos una escalofriante ramificación”
“Nueve personas han muerto este verano durante los encierros y festejos taurinos que, todos los años, se reproducen por numerosos municipios de España. “
Fuente: www.elpais.com

Son dos extractos de dos noticias diferentes que he leído pero ambas me han hecho pensar en lo mismo.
Es una mezcla de estupidez e inmundicia…lejos de un equilibrio natural que ojalá existiese o pudiese provocarse…
El caso es que no paro de pensar en que me encantaría que esos muertos en encierros fuesen esos asesinos y que los padres o familiares de esos fallecidos en encierros, jamás perdonarán tamaña estupidez.
Los hijos, son un regalo que un día nos llega y que cada día cuidamos como si pudiese ser el último, no es una forma de hablar es una sensación de miedo a que sufran y ternura extrema que nadie te explica y que no se puede entender sin vivirlo, por eso, hacerles daños para herir a otra persona, es el colmo de la maldad imperdonable y de consecuencias insospechables, del mismo modo que perderlos por correr delante de un toro borrachos, o de cualquier forma similar sinsentido, me da un pellizco en las tripas que espero que se me quite  escribiéndolo.
Si algún desgraciado maltratador en potencia lee estas líneas, por favor que se la juegue con dos cojones y muchas copas en cualquier encierro, así no sufrirá ni su familia, ni las familias de otros inocentes…