cuando posaste tus ojos muertos en la naturaleza viva de aquel cuerpo
no hubo confusión
la nada desdeñó aquel continente vacío, de valores y cultura
y
levantó la nada desdeñable sentencia
a
clausura blanca
a
ceguera sorda
la pasión por la vida,
alcanzó a levantar el castigo de la luz invisible
y
se hizo el contraste
se hizo la noche clara,
se hicieron las formas y los cuerpos reflectantes,
tocados por las sombraS
Es precioso el poema. Bonito homenaje a ese hombre que veía siempre mucho más lejos, lo has plasmado además, con esabonita la foto de ellos, porque Saramago no era él sin Pilar y Pilar era dulzura y paz a su lado. Espero que ella esté bien.
ResponderEliminarBesicos muchos.